Seguro que todos hemos jugado alguna vez a intentar componer nuestro nombre con las letras de un jueguito de niño. Hace poco en casa de unos amigos vi pegadas en la nevera unas letra del abecedario de esas que llevan imán.
Imaginaos intentando componer cualquier palabra teninendo que compartir las letras con el resto del mundo. Se produce entonces el efecto “rapiña”. La mayoría de las veces no lo conseguiríamos, seguro. Juanan ha descubierto está página en la que se puede poner lo que uno quiera, compartiendo las letras con todos los que estén conectados.
A jugar como niños y a divertirse.
Dame mis letras
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