Es una de las cosas que siempre se dicen en el cambio de año, “Año nuevo, vida nueva”, pero lo cierto es que este año tiene esta tan manida frase un poco más de significado que otros. En el momento que este post está saliendo, hay algunos cambios que se están produciendo en mi vida.
En mi vida y en nuestras vidas. Yo por mi parte acabo una bonita etapa de 6 años en NetMediaEurope, para comenzar una nueva que espero que dure 26 años o así (más que nada porque ahora parece que nos vamos a jubilar con 67) haciendo lo que más me gusta en esta vida, he-he, no, eso no, lechón, me refiero a ser profesor.
Parece que este 2010 que ya se ha ido, aparte de mundiales y éxitos deportivos, ha dejado, por lo menos en mi caso, la suerte laboral que hacía ya tiempo que andaba necesitando. Y es que la vida del desarrollador es dura, pero muy divertida. Gran parte de esa diversión se debe a la fantástica gente con la que he estado trabajando durante estos 6 años. Algunos de ellos son:
Lucky, José Manuel, Rober, el Pampu, Vashti, Manu, Juanan, Luisete, el Jesus, Pablete, Álvaro, Rosalía, Carol, Ruth, Raquel, Alberto etc..
Todos ellos grandes profesionales con los que he compartido una de las etapas de más trabajo, pero también de las más divertidas de mi vida. De cada uno de ellos me llevo un trocito y espero no perder el contacto, y que me echéis de menos aunque sólo sea por los cruasancitos colmenareños que llevaba de vez en cuando para desayunar.
Un beso grande y agradecido a todos ellos.
No pido nada especial en este 2011, sólo salud, que no es poco, para mi y para todos los que me rodean o me han rodeado, mucho trabajo y buen trabajo para todos.
Acerca de lo cual se me ocurre citar el correo electrónico que me mandó un amigo hace tiempo, cuando estaba en una época laboral terrible:
Cuando tengas un día de esos en que piensas “¡Odio mi trabajo!”, haz lo siguiente:
En el camino de vuelta a casa desde el trabajo, para en una farmacia y ve hacia donde están los termómetros. Tienes que comprar un termómetro rectal de Johnson & Johnson. Asegúrate de coger ese modelo y esa marca.
Cuando llegues a casa, echa el pestillo, baja las persianas y descuelga el teléfono para que nadie te moleste durante tu sesión de terapia. Ponte ropa muy cómoda, como un camisón o pijama ligero, y échate en la cama. Abre el paquete y saca el termómetro. Ponlo con cuidado sobre tu mesilla de noche para no romperlo. Coge el prospecto y léelo. Encontrarás en letra pequeña la frase: “La calidad de cada termómetro rectal fabricado en Johnson & Johnson ha sido verificada personalmente”. Ahora cierra los ojos y repite al menos cinco veces: “¡Estoy muy, muy contento de no trabajar en el departamento de Control de Calidad en Johnson & Johnson!”.Tened un buen día y recordad, siempre, que hay alguien con un trabajo peor que el vuestro.
#1 por Francisco - enero 16th, 2011 a las 15:11
Pues qué decir, Miguel.
Siempre ante los cambios hay un poco de incertidumbre lógica, especialmente si el sitio que se deja atrás ha sido bueno, como estoy seguro de que es el caso.
No obstante, no me cabe ninguna duda de que esta nueva época será buena para tí, así como para tus alumnos por el entusiasmo y la facilidad con que transmites los conocimientos.
Mucha suerte.
Recibe un abrazo de un antiguo alumno que nunca olvidará tus clases.