Llevo ya meses pensando en lo siguiente: ¿Lograré pescar la lubina de 5 kilos si me compro la nueva caña “Instant Fisherman”?. Si alguno de vosotros sigue mi blog desde hace tiempo, se dará cuenta que mi tarea pendiente es la pesca de la lubina, y también se dará cuenta de que soy un pescador pésimo. Lo del “Instant Fisherman” debe ser milagroso si consigue que un pésimo pescador como yo, pesque un pez medianamente grande, pero lo cierto es que lo de la teletienda es uno de los mejores inventos para pasar las frías tardes de invierno, con una mantita y un cafetito, sentado en el sofá. Algunos diréis que es una pérdida de tiempo, pero yo no lo considero así. Es de lo más divertido.
Los que me conocen saben que soy “muy fans” del Chef Tony. Ver a un tío que debe pesar el doble que yo, vendiéndote cosas que te permiten cocinar más sano, es como ver a Belén Esteban intentando vender una enciclopedia (Británica o no).
He encontrado en Geekologie , una recopilación de los mejores momentos de la teletienda. Es un resumen de todos esos momentos en los que se plantea la pregunta: “¿Está usted cansado de estropear los tomates cuando los corta con sus viejos cuchillos?” o cosas parecidas, y dado que la variedad de artículos que se venden en teletienda es tan y tan amplia, las situaciones que nos llevan a necesitar el artículo en cuestión son de lo más variopintas. El vídeo después del salto.
Vía: Geekologie