Here we go again!. No es mala excusa para empezar de nuevo por enésima vez a postear en el blog.
Ayer, a pesar de las iniciales reticencias que despertaba en mí el evento, y gracias a un desinteresado regalo de cumpleaños de mi esposa (desinteresado porque siempre me regala entradas a pares, vamos, que me regala y se regala a sí misma entradas), bueno, como iba diciendo, ayer fuimos al concierto de Queen + Paul Rodgers [- John Deacon] en el palacio de los deportes de la Comunidad de Madrid. Para saber más, pulsa en el “continua leyendo”
Hacía ya tiempo que no nos metíamos de lleno en la vorágine de un concierto, y el último al que fuimos que yo recuerde fue casi insuperable (Elton John con un chaqué fucsia, un piano de cola y punto). Pero tras unas cervecitas en buena compañía, nos metimos en el pabellón. Estaba a rebosar, y la zona a pie de concierto estaba absolutamente petada. Un primer análisis desde la parte de arriba, me hacía sacar la conclusión de que la edad media de la gente que estaba a pie de concierto, rondaba los… no se, pero había mogollón de cartoons calvas incipientes. Calvos, pero con mucha marcha. Se las sabían todas, bueno, todas no. Las 3 o 4 del último disco no se las sabía ni Dios, y la gente aprovechaba para descansar los brazos cuando las tocaban. Era como si nos dijeran, “bueno, como sabemos que ya no estáis en forma como antes, vamos a cantar esto que se nos ha ocurrido, para que descanséis un poquito hasta que volvamos a tocar las que os molan” . Yo, totalmente agradecido, me fui a mear. Y es que el último disco decepciona un poco. Tiene algún tema que vale un poquito la pena, pero en el resto estás todo el rato pensando “si Freddie cantara esto, la cosa cambiaría”.
Paul Rodgers, no es malo, pero es muy soso. Con deciros que para que la gente supiera quién es este tipo, a mitad del concierto, te ponen un Power Point con fotos antiguas de él en conciertos y tal. Pero este tipo, que tiene un gran historial en el mundo del Rock, es solvente en concierto, y con toda su sosez, a ratos se metió al publico en el bosillo, y nos hizo olvidar por milisegundos, la figura del gran Freddie.
Casi al final tocaron “All right now” de Free, el grupo en el que Rodgers se hizo famoso, a lo que la gente respondio con un “Ahhh ya decía yo que me sonaba este tipo”
Dos horas y pico de diversión con un Paul Rodgers intentándolo (y a ratos consiguiéndolo), un Brian May muy en forma, un Roger Taylor que toca y canta muy bien, y unos colaboradores a la altura de las circunstancias, me dieron para echar de menos a John Deacon, por supuesto a Freddie, pero sobre todo para disfrutar de muchas de las canciones que han sido la banda sonora de las adolescencias de millones de personas (yo entre ellas), recordar la mía propia, y seguir preguntándome ¿Por qué en el nombre de los testículos del Minotauro, no iría yo al concierto de Queen en Marbella de 1986?